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das Mystische 2.1

Autodefensa

Luce el sol con fuerza. Las nubes blancas, las más inofensivas, han desaparecido. Vuelve también con fuerza el olor de la tierra seca, los campos de cultivo abandonados, las viejas fábricas y los edificios en ruinas. El rostro que se refleja en los cristales es el mío pero también podría ser el de cualquier desconocido. Vibra con fuerza: es muy extraño. También desaparece el miedo, sustituido por una ligera presión en la boca del estómago y una sucesión desafortunada de bostezos. ¿Ansiedad? ¿Acaso sueño? En el trayecto de la subsistencia: Jean Baudrillard y la Violencia de lo Global. Una autopista francesa que dibuja La Red como una exhibición pornográfica: una cópula interactiva global. La globalización de los intercambios y el fin de la universalización de los valores; la humillación y el terrorismo globalizado. Un texto no excesivamente acertado, aunque el problema está en que yo andaba buscando otra cosa. ¿Algo para curar la ansiedad? ¿Algo quizá para el sueño?

Ahora, al menos, luce el sol con fuerza, vuelven las calles vacías que anticipan la escapada, las nubes blancas, las más inofensivas.

Hay animales que desarrollan un sentido especial para detectar el peligro.

Las nubes blancas, al menos; la cópula interactiva.

Con el paso del tiempo noto que me vuelvo más hermético: animal cibernético de escaso recorrido.

Eso sí: a falta de mejores argumentos.

FUNDAMENTO:

Aquí es difícil mantener, por así decirlo, la cabeza despejada
—ver que tenemos que permanecer en las cosas del pensamiento cotidiano y no caer en el extravío de que nos parezca que tendríamos que describir sutilezas extremas que, sin embargo, en absoluto podríamos describir con nuestros medios. Nos parece como si debiéramos reparar con nuestros dedos una tela de araña.


Ludwig Wittgenstein.

Éste sí: claro y transparente.

2 comentarios

Enrique -

No tengo arreglo, Carmen. Voy y vengo sin mucho sentido. Ahora, a las copichuelas invito seguro; no sé muy bien cómo, pero déjame pensar un poco. Ya se me ocurrirá algo. ¿Cibercañas de cerveza virtuales? Algo así, ya veremos.

Un abrazo.

carmen -

Vaya, te tenía perdido por ahí, y ahora me entero de tu nuevo domicilio. Eso no se hace; ni invitar a una copichuela, hombre! Pero todo se perdona pues has vuelto a poner los comentarios.